Por: Juan Hernández Machado, miembro de la Unión de Historiadores de Cuba
Esta es una de las frases populares que se comprueba a diario en diferentes partes del mundo y por disímiles razones.
En el caso de Palestina y después de las acciones del movimiento Hamas contra el Estado de Israel el pasado 7 de octubre, el régimen del primer ministro Benjamín Netanyahu reaccionó con una fuerza desmedida e inició una carrera que, según él, llevaría a la destrucción total de Hamas y la terminación del problema palestino.
Confiado en el gran poderío militar que tiene a su disposición, de la fortaleza de la economía de su país en el momento de iniciar las acciones y del apoyo a ultranza en todos los aspectos por parte del gobierno de los Estados Unidos de América, pensó que aunque no sería algo fácil sí sería rápido.
Algo similar a lo que pensaron los otros racistas, los de Sudáfrica, en noviembre de 1975, cuando iniciaron su avance hacia la capital de Angola …y hasta llevaron las invitaciones hechas para las celebraciones que harían en ese lugar y que finalmente no pudieron organizar.
Pero al igual que a los racistas sudafricanos, los racistas israelíes se han visto detenidos, golpeados, afectados y desacreditados en los nueve meses de enfrentamiento con la resistencia islámica, pues al movimiento Hamas se sumaron otros hermanos palestinos así como las fuerzas solidarias de Hezbolá, de Iraq y de Yemen.
Y es que el beodo piensa que continuará bebiendo y hasta sin pagar lo consumido hasta que el cantinero le pone freno y, en el mejor de los casos, tiene que abandonar el local.
Una de las principales noticias de estos días sobre el Medio Oriente es el “inminente” acuerdo entre Israel y el movimiento de la resistencia Hamas para lograr un cese al fuego, devolución de rehenes por parte de Hamas y de presos por parte de Israel y otras medidas que conduzcan a una relativa paz en el área.
Dicho así en tres líneas es muy fácil pero esto constituye un cambio radical de 180 grados en la actitud de quien preconizara en octubre pasado la destrucción total de Hamas y con ello todo lo que los israelitas han sufrido por su causa.
Busquemos un poco en los hechos a nuestra disposición para tratar de encontrar las verdaderas causas que han motivado al señor de la guerra Netanyahu a mostrar una cara un poco diferente.
Hemos analizado en otros trabajos anteriores las diferentes organizaciones de la resistencia islámica, sus acciones de defensa contra el ocupante israelí que está causando un genocidio que supera los 38 mil palestinos asesinados, sin contar los heridos y desaparecidos, fundamentalmente mujeres y niños.
De igual forma hemos visto el poderío militar israelí que ha servido para el genocidio pero no para derrotar a los combatientes islámicos, al igual que las pérdidas que han sufrido hasta el momento, según lo que ellos han admitido aunque concordamos con las fuentes de la resistencia de que son superiores y solo la fuerte censura impide conocer las cifras exactas.
Y es que el gobierno ofreció una cifra el mes pasado, después han admitido determinadas bajas en diferentes enfrentamientos pero la cifra general se mueve a un ritmo menor de lo que debiera según lo admitido.
Pero según la propia organización de la sociedad israelí, su cultura, sus ritos religiosos y también gracias a las personas honestas, muchas de las cuales tienen familiares que por diversas razones participan en este enfrentamiento, la verdad va saliendo a flote y se van conociendo otros detalles de lo difícil que le está resultando al régimen de Netanyahu cumplir sus promesas y llegar rápido a la meta final, como pensara hacer en octubre del 2023.
Veamos algunos de estos detalles.
Según diversos medios informativos de Israel, el gobierno está haciendo ajustes en unidades técnicas a fin de completar con ellas los efectivos en las unidades combativas terrestres que se han visto afectadas por las acciones y por la extensión de tiempo en las mismas.
Se reconoce que desde el inicio de las operaciones en Rafah, en el sur del territorio palestino ocupado, han consumido una cantidad mucho mayor de municiones que la inicialmente prevista, y ahora adoptan medidas para resolver dicha situación.
También ya está trascendiendo al dominio público el estado de fatiga y agotamiento de los efectivos que participan en las acciones de los frentes de combate, quienes han estado durante más de ocho meses sin descanso, una gran parte de los mismos proceden de las reservas y consideran que han pasado por experiencias extremas que no desean repetir.
Téngase en cuenta que al inicio de las acciones en el 2023, Israel tuvo que reclutar a 287 mil efectivos, según lo que las autoridades han reconocido, para poder cumplir los planes que habían concebido.
Cuando iban a comenzar las acciones terrestres en Rafah hace un par de meses, se informó por el canal 12 israelí que 30 reservistas de la brigada de paracaidistas rechazaron la orden de participar en las mismas; sus comandantes consideraron que ello no afectaría el aspecto operativo, pero que era una muestra del desgaste de las fuerzas de reserva. Familiares de los efectivos de dicha brigada han demandado al gobierno mejores condiciones y mayor espacio de descanso para que se repongan de la fatiga ante la cantidad de muertos y heridos que tuvo esa unidad en sus primeras acciones combativas.
Ahora se divulga que 42 soldados pertenecientes a la reserva firmaron a fines de mayo pasado una carta donde se niegan a volver a servir en las fuerzas de ocupación. Algunos expresaron desencanto por los resultados alcanzados pues les dijeron que iba a rescatar a los prisioneros que tenía Hamas en su poder desde el 7 de octubre y se ha demostrado que eso no ha ocurrido.
Según el periódico israelí Haaretz, diez de esos soldados firmaron la carta con sus propios nombres.
Recientemente, el canal 12 de Israel dio a conocer que en lo que va de 2024 cerca de unos 900 oficiales del ejército israelí habían solicitado su baja, cuando el promedio anual era de 150 y estamos solo a mitad de año. Se alega que muchos de esos oficiales consideran que el ejército se ha deslegitimado por las acciones en Gaza.
Súmele que el periódico israelí Haaretz también dio a conocer que hay decenas de soldados de la reserva que han manifestado que no se incorporarán al servicio activo, aunque los castiguen, en un momento cuando el ministro de defensa sionista, Yoav Gallant, ha anunciado que el ejército necesita 10 mil nuevos efectivos de forma inmediata.
Y también ya se ha hecho público en medios israelíes que los comandantes de las cuatro brigadas que operan en Gaza le solicitaron al primer ministro Netanyahu un respiro, pues después de nueve meses de combates sus efectivos estaban extenuados, con aquellos procedentes de las reservas quejándose por recibir salarios inferiores y tener mayores responsabilidades que los efectivos activos de las fuerzas armadas.
Debido a la magnitud de las acciones, los grandes problemas siempre salen a la luz. Una causa de ese agotamiento mencionado por los jefes militares en el campo de batalla es que cuando las fuerzas de ocupación abandonan un territorio considerando que la situación que motivó su entrada está resuelta, detrás regresan las fuerzas de la resistencia palestina y restablecen su autoridad en el lugar, incluyendo la distribución de alimentos y la atención médica a la población civil.
Un ejemplo lo representa el barrio de Al Shujaiya en la ciudad de Gaza. En días recientes las tropas del ejército de ocupación entraron por tercera ocasión a dicho barrio, según informaron, para destruir lugares que no habían descubierto en las dos ocasiones anteriores. Resultado: se encuentran con trampas y emboscadas que les causan gran cantidad de heridos y algunos muertos.
Indudablemente que esto contribuye al desgaste que mencionaban los jefes militares pues cuando creen haber acabado con el enemigo, este resurge en otro lugar con mayor fuerza y organización.
Todo esto incrementa las contradicciones entre el primer ministro Netanyahu y la cúpula militar del país sobre cómo conducir las operaciones, hasta dónde llegar, el iniciar o no acciones más grandes y profundas contra Hezbolá en el Líbano. Varios de quienes lo acompañaron al inicio han abandonado su barco y ya no es secreto para nadie que esté bien informado sobre lo que allí sucede, ni en Israel ni en el mundo, que las acciones se conducen hoy por el empecinamiento del primer ministro desoyendo, en muchas ocasiones, las advertencias profesionales de los militares, tanto de los que se encuentra en el terreno como de los que trabajan en los estados mayores.
Sin dudas, esta situación ha contribuido a la reciente decisión del régimen israelita: terminar con la guerra en la forma que ha tenido hasta ahora, finalizar la operación militar en Rafah, al sur de la Franja de Gaza, y pasar a una etapa de ataques e incursiones bien definidas, las que irían acompañadas de ataques aéreos previos para evitar las acciones intensas y violentas para sus soldados.
Hasta sus propios familiares y allegados consideran erróneo el actuar de Netanyahu.
El 27 de junio de 1976 un avión de la aerolínea Air France que recorría la ruta París- Tel Aviv, lleno de ciudadanos israelitas, fue secuestrado por un comando de Wasi Haddad y tras diferentes acciones infructuosas finalmente fue acogido en el aeropuerto ugandés de Entebbe. Los ciudadanos no judíos fueron liberados y solo quedaron como rehenes los miembros de la tripulación y los ciudadanos de Israel. Este país, a través de su principal organización de inteligencia, el Mossad, organizó una operación de rescate que recibió el nombre de Operación Entebbe.
El hermano mayor de Netanyahu, Yonathan, entonces teniente coronel, fue quien dirigió la operación entre el 3 y 4 de julio de 1976, logrando cumplir la tarea que le habían asignado, pero resultó muerto durante las acciones.
En el aniversario de su caída hubo dos ceremonias diferentes de recordación, la que organizó el primer ministro y la que organizaron familiares allegados del difunto, compañeros y amigos.
Son elocuentes las palabras a su jefe de un soldado que fue miembro de aquel equipo de rescate, quien hoy tiene el grado militar de teniente coronel de las fuerzas armadas de Israel, las que fueron reproducidas por diferentes medios de prensa de ese país, cuando dijo que se había desvinculado de la ceremonia que organizara el primer ministro porque no podía mentirle a su alma, que el primer ministro y sus socios eran lo opuesto a como Yoni los había educado a ellos; que Yoni y su grupo había elegido sacrificar su vida por Israel y los secuestrados mientras que ahora su hermano y sus acólitos sacrificaban a Israel y a los secuestrados en interés de ellos mismos.
Más claro, ni el agua. El beodo sigue pensando en continuar su jolgorio a su manera mientras que el cantinero está a punto de sacarlo del local.
Por otra parte, en ocasiones anteriores habíamos mencionado que miles de soldados regresaban de las acciones con estrés post traumático.
El Seguro Nacional de la nación dio a conocer que aproximadamente 62 mil israelíes han sido heridos física y psicológicamente como resultado de las acciones desde octubre pasado. El Ministerio de Defensa israelí dice, por su parte, que son 70 mil los soldados que están siendo tratados en salas de rehabilitación. Y las autoridades médicas confirman que desde que iniciaron las acciones en octubre pasado, hay que ingresar a más de mil soldados mensualmente debido a sus heridas diversas.
Ahora se conoce el tratamiento que están recibiendo muchos de dichos efectivos militares en centros especiales de atención médica a fin de rehabilitarlos por haber sufrido serias afectaciones a sus capacidades de hablar, escuchar, comer y beber.
Logopedas del Centro Médico Ichilov aclaran que muchos de los soldados recibidos vienen con discapacidad auditiva motivada por la extensa exposición al ruido de los combates. Otros sufren disfa*gia, que es dificultad para comer y es muy frecuente la afasia, lesiones del lenguaje que no se detectan de inmediato sino luego de un tiempo de estar en un ambiente diferente al que motivó la misma.
En estos últimos está la ronquera, entender el hablar de otras personas en un ambiente de ruido, los daños ocurridos en las cuerdas vocales que motiva que esas personas noten de pronto que no pueden cantar o levantar la voz, y que pierden esta con facilidad y rapidez.
Existen los que presentan dificultades al hablar, que no pueden recordar el nombre de alguien, que no pueden ser precisos con sus palabras, que quieren decir algo pero lo que pronuncian es totalmente diferente.
Todo lo anterior ha motivado que el gobierno de Israel esté recurriendo a métodos extremos para mantener el completamiento de sus fuerzas armadas y por ello recurrió al Tribunal Supremo para que autorizara el reclutamiento de los ultra ortodoxos (fundamentalmente los estudiantes religiosos), acción que fue aprobada por el tribunal y que ha causado un gran descontento en los sectores afectados y otros muy apegados a la religión.
Cuando el gobierno actual de Netanyahu fue formado, se emitió una ley para eximir a los estudiantes de las academias religiosas del reclutamiento militar. Pero al no lograr Netanyahu ahora cumplir lo prometido con el enfrentamiento a la resistencia palestina, se ve obligado a revertir dicha acción.
Ese cambio histórico en la forma de actuar del gobierno con esos ultra ortodoxos puede afectar a la coalición del primer ministro quien necesita de los mismos para mantenerse, máximo cuando otros miembros de la coalición como los dos ministros que integraban el recién disuelto gabinete de guerra, renunciaron al mismo por diferencias con la forma que usa Netanyahu para dirigir la guerra.
En medio de los debates previos a la decisión del Tribunal Supremo, sale a la luz que una de las razones de la necesidad de completamiento de las fuerzas que participan en las acciones contra los palestinos es que toda una brigada de combate fue seriamente afectada al resultar sus efectivos muertos o heridos de gravedad en las acciones.
De los más de 63 mil estudiantes de religión, en el patrón de reclutamiento que comenzó este mes de junio hay tres mil. Ya se han efectuado varias manifestaciones de esos estudiantes de religión contra el gobierno debido a esta medida, en las cuales han apedreado y atentado contra los vehículos de los funcionarios que fueron enviados a dialogar con ellos.
Con expresiones de “! Moriremos, pero no nos alistaremos!” cientos de esos jóvenes han bloqueado carreteras en protesta por la nueva orden para su reclutamiento, produciéndose el arresto de unas decenas de ellos.
Esto para no profundizar en la economía del país, la cual también es objeto de escrutinio por parte de los especialistas y de malestar por parte de la población, fundamentalmente de aquellos afectados por las acciones contra el pueblo palestino y todo lo que ellas conllevan.
El shekel, la moneda nacional israelí, ha venido cayendo en comparación con el dólar estadounidense y los especialistas consideran que continuará esa tendencia. Han crecido las tasas de endeudamiento del país, gran parte de las principales aerolíneas del mundo ya no vuela a Israel, y su industria turística ha entrado en crisis, fundamentalmente debido a la situación en el norte de las zonas ocupadas.
Según empresas encargadas del negocio de bienes raíces, las ciudades fronterizas con el Líbano, cuyos residentes fueron evacuados debido a los constantes ataques coheteriles de Hezbolá, se han convertido en ciudades fantasmas, cuando las mismas anteriormente, además del turismo, eran un destino seguro para inversionistas diversos.
Esto ha provocado no solo reacciones violentas por parte de los desplazados sino que una buena parte de los mismos ha encontrado en la emigración una solución parcial a sus problemas, reportándose la llegada a Canadá de varios miles de antiguos residentes en esos lugares, gracias al otorgamiento de visas humanitarias por parte de ese país del norte americano.
Existe un programa canadiense para inmigrantes de Israel que les ofrece una visa de trabajo por tres años durante los cuales pueden solicitar residencia permanente o la ciudadanía. Este programa ha sido prorrogado por otro año debido al incremento de acciones en la frontera norte entre la Palestina ocupada y el Líbano.
Hasta el momento, la respuesta de los recién llegados ha sido de satisfacción con ese proyecto que les permite encontrar solución a lo que han sufrido debido a las acciones del gobierno de Netanyahu.
En Canadá viven unos 400 mil israelíes y se espera que esta cifra se incremente mucho más por la emigración judía inversa que se produce debido a la situación en la parte norte de la Palestina ocupada por los sionistas, donde radicaban esos colonos en las tierras que su gobierno les expropiara a los palestinos que las habitaban inicialmente.
En las ciudades del sur afectadas por la guerra la situación es un poco mejor que en el norte, pero también hay serias afectaciones a la economía- y que conste que solo nos referimos a los asentamientos habitados por israelíes no a los pueblos y ciudades habitados por los palestinos cuya destrucción es completa e inmisericorde.
Un lugar muy afectado, que también se encuentra entre los objetivos que Hezbolá ha manifestado que atacaría de continuar las acciones de Israel contra el Líbano, es el puerto de Haifa, importantísimo lugar económico para Israel después que el puerto de Eilat ha sido casi totalmente paralizado debido a las acciones de la resistencia iraquí y por los ataques coheteriles procedentes de Yemen.
Además de lo anterior y del costo de las acciones combativas propiamente dichas, se ha conocido a través de la prensa israelita, según informaciones del Seguro Nacional, que el gobierno ha pagado 740 millones de shekels como compensación a los afectados por las acciones en la Franja de Gaza, además de 61 millones de shekels a los familiares de los prisioneros israelíes en Gaza.
Además, ante las perspectivas de un posible enfrentamiento abierto y mayor de Israel con Hezbolá del Líbano, que daría un vuelco total a la situación al engrandecer el conflicto con la posible participación de otros actores regionales, ya las autoridades competentes han declarado que el país no está preparado si su infraestructura eléctrica es dañada por una guerra con Hezbolá.
A partir de esas declaraciones se dispararon las compras de generadores eléctricos en todo el país pero a los emprendedores les cayó un jarro de agua fría cuando escucharon a Meir Spiegler, Director General de la Compañía Eléctrica del país declarar que esas compras eran inútiles porque de estallar la guerra no encontrarían combustible para operar los generadores.
Nada, que mientras que el régimen trata de ocultar las bajas, pérdidas y daños entre sus filas, las continuas afectaciones a su economía, las diferencias entre el primer ministro y sus seguidores con la cúpula militar del país y el rechazo que se va generalizando en muchos sectores a la forma como Netanyahu conduce la situación, vamos conociendo mejor la realidad y el estado moral de sus militares, que no es el mismo que el que muestran las fotos que divulga la propaganda gubernamental.
Y, con el mayor respeto a todos, al difundir estas realidades no pretendemos hacer apología a la guerra ni ofender al pueblo noble de Israel, ese mismo que es testigo de cómo sus hijos son enviados a cometer un genocidio contra los palestinos similar a lo que ellos sufrieron cuando eran perseguidos por Hitler, y ven regresar a sus hijos con afectaciones psicológicas similares a las que sufrieron los jóvenes estadounidenses enviados por el Tío Sam a participar en las injustas guerras contra Vietnam, Iraq y Afganistán.
Por eso ya son frecuentes las imágenes de las madres israelitas, con las manos pintadas de rojo, manifestándose contra Netanyahu y sus seguidores.
No, el lobo no se está volviendo cordero ni en un lobo educado, sino simplemente las realidades que el mismo ayudara a crear lo superan grandemente. Pensó triunfar y está empantanado, la condena mundial en su contra crece a diario y hasta sus mentores, los ilustres señores de Washington D.C., le han estado pidiendo moderación.
Nada, que le está llegando la hora de dejar sus libaciones y de abandonar el local porque el cantinero piensa de forma muy diferente.
7 de julio del 2024
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BLOG DEL AUTOR:Juan Hernández Machado
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